viernes, 9 de septiembre de 2011

Cronos y sus manías


Tiempo es la vida que pasa, impasible, inexorable e insensible. Libre como el agua que se escapa entre los dedos del que intenta atraparla. Salvaje como el viento, que todo lo envuelve y todo lo encuentra, colándose por las rendijas y los huecos de los más espesos muros. No hay donde ocultarse del tiempo, ni hay lugar donde éste no te halle. Tiempo es nuestra medida. ¿No nos dice lo que fuimos, lo que somos y nos mostrará sin piedad lo que llegaremos a ser?

La memoria es hermana del tiempo, y también lo es el olvido, dulce néctar que él otorga. Inevitables son su consorte y sus hijas, las horas. El tiempo es para todos, es por tanto Cronos el más ecuánime de los dioses. Para todos trasncurre y fluye, corre, vuela y se detiene. Se detiene cuando deseas que corra y vuela cuando le pides que se detenga. Es el tiempo sordo entonces; o quizá sea cruel. Maldecido por muchos, ignorado por otros, y ansiado por todos cuando nos damos cuenta de que se va y no va a volver.

Ágora, Marta Sofía


Si pudiera volar atrás en el tiempo, aprovecharía cien veces más cada instante que compartimos. Te echo mucho de menos pequeña bola.

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