domingo, 28 de noviembre de 2010

La folie du temps perdu



Quiero enloquecer y empacharme de vida. Quiero olvidar la rutina y olvidarme del tiempo. Dejar de sentirme nostálgica por un futuro y de sentirme culpable por un pasado. Que desaparezca todo para poder sentirlo de nuevo. Para poder (re)descubrir los pequeños detalles que nos pasan rozando la piel... Quiero dejar de ser racional, ser frenética y efímera. Quiero tirar el reloj al vater y quiero que todo me atraviese y me llene. No quiero que tiren de mi hilos invisibles, no quiero darme cuenta de que nada es nuevo. Quiero estar sola con mi tiempo y vivir del olor del universo y del color de las nubes al atardecer. Quiero estar loca por mi, por ti y por este mundo.



"Alguna gente no enloquece nunca. Qué vida verdaderamente horrible deben tener."
- Charles Bukowski -

jueves, 25 de noviembre de 2010

Somos











Cada rincón que andamos del mundo, cada vivencia, cada recuerdo, cada instante que saboreamos nos pertenecen hasta la eternidad. Somos aire, viento y agua. Siempre en movimiento, siempre dándolo todo por un juego: vivir. Somos momentos efímeros dispersos en el tiempo. Somos mil lugares, mil sensaciones... somos en cada instante en que luchamos no por no llorar, sino por sonreír.
Queremos siempre sentir que sólo somos uno más... uno más de todos aquellos que ponen todo su empeño en vivir cada pedacito del tiempo que se nos ha regalado. Merece la pena dejar de guiar nuestra vida, y dejar que ella nos guie hacia el cambio.

martes, 9 de noviembre de 2010

El último cowboy

"Cierta clase de seres humanos están anticuados -dijo Robert -. O casi. El mundo se está organizando demasiado para mí y para otros. Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. [...] Hablo de las reglas y las leyes y las convenciones sociales. La jerarquía del poder, las zonas de control, los planes a largo plazo y los presupuestos. El poder corporativo. Un mundo de trajes arrugados y tarjetas de identificación en la solapa. No todos los hombres son iguales. [...] En el mundo de antes, habían cosas que podíamos hacer, que estábamos destinados a hacer, que ninguna persona ni niguna máquina salvo nosotros podía hacer. Corríamos velozmente, éramos fuertes y rápidos, agresivos y duros. Nos habían dado valor. Arrojábamos lanzas a gran distancia y luchábamos en peleas cuerpo a cuerpo.
[...] Estamos renunciando a los tiempos y a las distancias sin límites, organizándonos, censurando nuestras emociones. Y, con la pérdida de esa libertad, el cowboy desaparece junto con el león de la montaña y el lobo gris. No queda mucho sitio para los viajeros."

Robert James Waller

viernes, 5 de noviembre de 2010

La noche detenida

"No hay una sensación semejante a la de pensar que vas a morir. Dicen algunos que, en ese momento, todos los instantes importantes de tu vida corren a galope delante de tu memoria en cuestión de segundos. No es así. Lo que sucede es que haces un juicio sobre ti mismo, sobre tu propia estética, sobre tu forma de ver el mundo y verte a ti, y te preguntas si has llegado a ser como quisiste ser, si has obrado en consecuencia con lo que le exigías a tu vida. Y no tienes miedo más que de ti mismo, de no haber sido capaz de ser lo que debieras haber sido, de no responder al dibujo que deseabas trazar para tu propia alma. Te miras en el espejo de la muerte esperando estar a la altura de tu propio orgullo. Y si piensas que lo has logrado, puedes incluso sentirte alegre aunque lamentes tu fin. Porque morir es algo gratuito que sucede cuando menos lo esperas. Pero vivir en armonía con tu propia estética es un raro privilegio. Y eso, sólo eso, es el valor."

Javier Reverte